Plasmaferesis como Tratamiento en la Enfermedad de Devic o Neuromielitis Óptica.

19 07 2011

La enfermedad de Devic, también conocida como Esclerosis Múltiple (EM) óptico-espinal o Neuromielitis Óptica (NMO), es una enfermedad autoinmune en la que el propio sistema inmunológico de una persona ataca las neuronas del nervio óptico y de la médula espinal del mismo individuo. Esto produce una inflamación simultánea de ambos tejidos y generalmente causa ceguera, en ocasiones de forma permanente.

Además de lo anterior y en varios pacientes, causa debilidad o parálisis en piernas y brazos, pérdida de sensibilidad y problemas en la vejiga como resultado del daño ocasionado a la médula espinal.

La Enfermedad de Devic o NMO es un padecimiento que se parece a la esclerosis múltiple clásica en muchas cosas, pero requiere un tratamiento específico y diferente.

La NMO es más común en mujeres que hombres y más frecuente en orientales que en caucásicos. Actualmente, la variedad de EM llamada óptico-espinal, constituye un 30% de los casos de EM en Japón y se considera una variedad de NMO.

 

En el año 2004, un equipo de la Clínica Mayo de USA identificó el principal objetivo de los ataques autoinmunes de la NMO el cual es  dirigido hacia la proteína Aquaporina 4 y con base a ese descubrimiento desarrollaron el test de anticuerpos NMO-IgG que identifica la enfermedad. Según el informe de la Clínica, esta es la primera vez que el objetivo molecular ha sido identificado en un tipo de esclerosis múltiple.

Las nuevas reglas de la Clínica Mayo para establecer el diagnóstico en estos pacientes requiere que se encuentren presentes los dos criterios absolutos de la enfermedad, más al menos dos de los criterios de apoyo, siendo estos:

 

Criterios absolutos

  1. Neuritis óptica
  2. Mielitis, o inflamación de la médula espinal

 

Criterios de apoyo.

Resonancia Magnética (MRI) del cerebro negativa a lesiones al comienzo de la enfermedad.

  1. Resonancia Magnética (MRI) de la médula con lesiones T2 contiguas en 3 o más segmentos vertebrales
  2. Seropositividad ante el test NMO-IgG, que comprueba la existencia de anticuerpos contra la Acuaporina-4

 

Se ha debatido si la NMO es una enfermedad separada o es parte del amplio espectro de la esclerosis múltiple (EM). La NMO se diferencia en que normalmente tiene secuelas más severas después de un ataque que la EM, la cual presenta en muy raras ocasiones mielitis transversal, bandas oligoclonales en el líquido cefalorraquídeo o lesiones en el cerebro evidenciadas por la MRI. Estas últimas son infrecuentes en NMO pero ocurren en el 90% de los pacientes de EM.

La NMO ha sido asociada con varias otras enfermedades incluyendo padecimientos Vasculares, síndromes de auto anticuerpos, infecciones por virus (varicela, Epstein-Barr virus, VIH), exposición a Clioquinol y tratamientos para la tuberculosis. A veces se la considera un síndrome en vez de una enfermedad.

Por lo anterior se ha propuesto la distinción entre NMO y otras variantes de la EM pero no se había encontrado un indicador seguro hasta el descubrimiento del NMO-IgG por losinvestigadores de la Clínica Mayo en el 2004. Actualmente éste es el único indicador seguro que existe y da un 30% de falsos negativos.

La enfermedad puede presentarse como un episodio aislado o recurrente, con ataques y remisiones y cerca de un tercio de los casos de NMO tienen síntomas preliminares, como fiebre, dolor muscular o dolor de cabeza. El paciente típico tiene una aguda y severa espasticidad, debilidad muscular en las piernas, parestesias (adormecimiento) en las piernas o en los cuatro miembros con signos sensoriales, acompañados de problemas de control de vejiga. La enfermedad se desarrolla en un periodo de uno a catorce días y la posibilidad de compresión de la médula espinal puede ser descartada por Resonancia Magnética.

La debilidad es precedida o seguida de una neuropatía óptica aguda, uni o bilateral, con disminución de la agudeza visual, de la visión de los colores y con manchas difusas u opacas o incluso, pérdida de visión. El daño nerviosos en esta enfermedad esta normalmente limitado a la médula espinal y al nervio óptico. Normalmente hay mejoría en alguna medida en unas cuantas semanas, pero pueden persistir daños residuales, a veces graves. En el 80% de los casos, el ataque a la médula o al nervio óptico ocurre en un plazo de tres meses respecto del otro.

 

A diferencia de la Esclerosis múltiple, la enfermedad no entra normalmente en fase secundaria progresiva (declive neurológico en ausencia de ataques) y en su lugar, las secuelas aparecen siempre durante los ataques. Éstos se tratan con cortas sesiones de altas dosis de esteroides intravenosos (methiprednisolona IV, 1000mg/d o equivalente) durante 5 dias o más, y se destina las Plasmaféresis para aquellos ataques que no responden a los corticosteroides e inmunoglobulinas.

 

No hay ninguna terapia para prevenir la enfermedad o los ataques cuya eficacia haya sido demostrada por ensayos clínicos controlados y la mayor parte de los investigadores opinan que el tratamiento con inmunosupresión es necesario en NMO. También se recomienda para pacientes seropositivos al test NMO-IgG con un simple episodio de mielitis transversal por el alto riesgo de un nuevo ataque.

 

Las terapias inmunomoduladoras o inmunosupresivas usadas actualmente son:

  1. Azatioprina (Imuran) más prednisona
  2. Micophenolato (Mofetil) más prednisona.
  3. Rituximab (anti-CD20 anticuerpo monoclonal químico)
  4. Mitoxantrone
  5. Immunoglobulina intravenosa (IVIG)
  6. Ciclofosfamida

 

En cuanto a la plasmaféresis, según la American Society for Apheresis (ASFA 2010) su indicación es como segunda línea de terapia, ya sea como tratamiento único o en conjunto con otras modalidades y en pacientes a quién otro tipo de tratamiento no ha dado los resultados esperados.

El fundamento teórico de la aféresis terapéutica es la reducción de la carga de sustancias patológicas a niveles que permitan mejorar la salud del enfermo a través de retirar de la circulación anticuerpos indeseables, lípidos y elementos celulares de la sangre.

En estos pacientes la mayor cantidad de inmunoglobulinas removidas se realiza con la remoción de un volumen plasmático, alcanzando cifras de hasta el 80% del total de los anticuerpos circulantes. Se ha comprobado que remociones mayores de volúmenes plasmáticos sólo logran grados menores de eliminación de estas macromoléculas. El líquido de sustitución de plasma debe ser de preferencia  solución salina normal con albúmina humana al 20%, y normalmente utilizamos para el tratamiento un separador celular de flujo continuo Cobe Spectra, cuya eficiencia es superior a los equipos que utilizan el método de flujo intermitente.

La tasa de sustitución de líquidos se gradúa al 100% para garantizar la normovolemia del paciente; y el tiempo promedio para el procedimiento es de alrededor de 50 a 72 minutos dependiendo de la altura y peso del paciente. El anticoagulante usado es ACDA, y debe hacerse notar, que entre más pronto se inicia el ciclo de plasmaféresis la recuperación del paciente es más rápido y más satisfactorio.

Posterior a cada procedimiento de aféresis se debe de esperar una re acumulación de nuevas inmunoglobulinas  en el sistema circulatorio del paciente, fenómeno que ocurre a partir de varios orígenes como son el drenaje proveniente del sistema linfático, la síntesis endógena por células plasmáticas de nuevas globulinas y por difusión simple a través de la pared de los capilares sanguíneos, siendo estas dos últimas rutas las que transfieren las macromoléculas de los tejidos al sistema vascular.

Con el objetivo de monitorizar el efecto de las plamaféresis se deben de medir  en sangre las concentraciones de proteínas totales, albúmina y globulinas, siendo normal la disminución de la concentración de globulinas. Otros parámetros como electrolitos se mantienen normales y los niveles de calcio no sufren modificaciones importantes.

El tratamiento normalmente mejora la situación del paciente debida a la remoción de los anticuerpos y se acostumbran un promedio de 6 sesiones en días alternos, a menos que la evolución del enfermos indique que hay que continuar los procedimientos.





Plasmaferesis Terapéutica en Crisis de Miastenia Gravis

23 03 2011

En esta ocasión nos referimos al caso de una paciente del sexo femenino de 64 años de edad con historia de padecer de Miastenia Gravis desde hace varios años, en control con los medicamentos tradicionales, y timectomizada el año 2006.

Alrededor de 7 días antes de su ingreso comenzó con incremento de sus síntomas, a predominio de pérdida de la fuerza muscular, ptosis parpebral, dificultad para tragar sus alimentos y empeoramiento de su cuadro clínico en general, lo cual fue comprobado por el médico que le atendió en emergencia.

Fue ingresada al servicio de medicina interna donde, en vista del progresivo deterioro de la paciente, el neurólogo le indicó el procedimiento de un ciclo de 5 plamaféresis terapéuticas.

Los procedimientos se realizaron en el área de ingreso hospitalario, junto a la cama de la paciente, habiéndose colocado un catéter central de alto flujo  en la vena  yugular como acceso y retorno, que permitiera utilizar un separador celular Cobe Spectra de CaridianBCT de flujo continuo. Las plamaféresis fueron planeadas para intercambiar un volumen plasmático por sesión equivalentes a 2200 ml (paciente de corta estatura y bajo peso), iniciándose las terapias con un Ht de 37 y un conteo plaquetario de 142,000.

La razón de realizar un intercambio plasmático equivalente a un volumen completo se basa en que con la movilización de ese volumen se logran extraer alrededor del 80% aproximadamente de los anticuerpos circulantes, haciéndose un pausa de 48 horas antes del siguiente procedimiento con el propósito de darle oportunidad a la paciente de estabilizar su sistema (principalmente concentración de proteínas y electrolitos en sangre) y de que nuevos anticuerpos abandonen los tejidos hacia la sangre periférica, para repetir una nueva plasmaféresis. En la miastenia gravis, los anticuerpos bloquean, alteran, o destruyen los receptores de acetilcolina en la unión neuromuscular, lo cual evita que ocurra la contracción muscular. Estos anticuerpos son producidos por el propio sistema inmunológico del mismo enfermo, por lo que, la miastenia gravis es una enfermedad autoinmune, debido a que el sistema inmunológico, que normalmente protege al cuerpo de organismos externos, se ataca a sí mismo por error. Además, se ha demostrado que los pliegues post-sinápticos están aplanados o “simplificados”, disminuyendo la eficacia de la transmisión.

El plasma fue sustituido por solución salina normal con albúmina humana al 20% en todos los procedimientos. Adicionalmente, la paciente recibió oxigenoterapia por su dificultad respiratoria y anteriormente se le había colocado una sonda nasogástrica para alimentarla debido a la dificultad para deglutir. Los procedimientos duraron un aproximado de 55 minutos cada uno y fueron monitorizados por el computador del separador celular y por el seguimiento continuo de los valores de presión arterial y pulso de la paciente.

A la segunda sesión de plamaféresis la ptosis parpebral había mejorado en un 60% y la dificultad respiratoria cedió en un 40%, manteniéndose el suplemento de O2. Durante el ciclo completo de 5 plamaféresis, no se presentaron efectos adversos, con excepción de una baja momentánea de plaquetas a 117,000 que se recuperó para el final del 5° procedimiento a 139,000.  El hematocrito final fue de 35%.

Después de la 5ª sesión y de la mejoría considerable de la paciente, se suspendieron las plamaféresis y se continuó la terapia con prostigmina. No hubo complicaciones y efectos adversos durante las terapias, y la paciente mejoró significativamente.

 





Nuevas Guías de Indicaciones Clínicas Para Aféresis de la American Society for Apheresis del 2010.

4 03 2011

El Comité de Aplicaciones de Aféresis de la Sociedad Americana de Aféresis (ASFA) está encargado de revisar y categorizar las indicaciones de aféresis terapéutica.

La quinta edición especial (2010) de ASFA ha seguido mejorando el proceso de utilizar la medicina basada en evidencias en las recomendaciones para realizar los procedimientos de aféresis,  mediante el perfeccionamiento de las definiciones y categorías, añadiendo un grado de recomendación basado en el  sistema GRADE, altamente aceptado. Este enfoque, basado en evidencia, está diseñado para lograr varios objetivos. En primer lugar, uniformar la asignación de las categorías, reducir al mínimo el bias personal; en segundo lugar, proporcionar el peso de la recomendación; y por último, proporcionar de manera amplia, aunque condensada, nombre de la enfermedad, incidencia, procedimiento de aféresis, grado de recomendación, categoría, tipo de evidencia, información de la enfermedad, tratamiento actual, el racional de la aféresis terapéutica, notas técnicas, volumen a ser tratado, líquidos de reemplazo, frecuencia, duración y cuándo descontinuar el procedimiento.

La definición de las cuatro categorías fue actualizada, y las categorías están mejor alineadas con el nivel de evidencia y la calidad de la literatura.

La categoría I indica que es el tratamiento de escoge y primera línea, categoría II ahora designa terapia de segunda línea y la categoría III cambió significativamente para reflejar la importancia de la decisión médica individualizada en estos casos. En esta última categoría es el médico quien decide si la terapia se realiza o no, con base a las necesidades del paciente.

Dentro de la categoría

Dentro de la categoría

Cuadro I. Indicaciones de Aféresis Terapéutica – ASFA categorías 2010
Categoría Descripción
I Enfermedades en las cuales la aféresis es aceptada como primera línea de terapia, ya sea como tratamiento primario independiente o en conjunto con otras modalidades de tratamiento (Ejemplo: RPTE en Guillain Barré como tratamiento primario independiente, ó como tratamiento de primera línea o en conjunto como inmunosupresor e inhibidores de colinesterase).
II Enfermedades en las cuales la aféresis es aceptada como segunda línea de terapia, ya sea como tratamiento independiente o en conjunto con otras modalidades de tratamiento (Ejemplo: RPTE como tratamiento secundario independiente para encefalomielitis aguda diseminada después de falla de altas dosis de corticosteroides; fotoaféresis extracorpórea adicionada a uso de corticosteroides en la cEICH no responsivo).
III El papel óptimo de la aféresis terapéutica no fue establecido. La decisión debe ser individualizada (ejemplo: Fotoaféresis extracorpórea en fibrosis sistémica nefrogénica; RPTE en pacientes con septicemia y falencia de múltiples órganos).
IV Enfermedades que en evidencia publicada demuestra o sugiere que la aféresis es ineficiente o dañina
La categoría P que formaba parte de la edición 2007 fue eliminada

Ahora se ha diferenciado lo que es plasmaféresis y recambio plasmático, siendo la plasmaféresis la separación (centrifugación & filtración) y retirada de plasma de un donante o paciente, sin utilización de fluido de reemplazo y el recambio plasmático, la separación y retirada de plasma de un paciente, por aféresis, con utilización de fluido de reemplazo.

En la 5ª edición se incluyó la diferenciación de lo que es eritrocitaféresis y recambio eritrocitario. La eritrocitaféresis es la separación y retirada de eritrocitos con reemplazo de solución cristaloide o coloide, cuando es necesario. El recambio eritrocitario es la separación y retirada de eritrocitos con reemplazo solamente de hematíes de donantes y solución coloide.

Hay 59 entidades clínicas presentadas en las Fichas Técnicas de 2010; en 2007 eran 54.

Algunas fichas técnicas fueron removidas, otras combinadas o divididas. Las enfermedades de la categoría IV sí eran asignadas en 2007, están solamente presentes en la lista de enfermedades pero no tienen ficha técnica. A cuatro enfermedades se les designaron nuevas fichas técnicas:

  • Resucitación de choque por quemadura (cat IV),
  • Hemocromatosis hereditaria (cat III),
  • Fibrosis sistémica nefrogénica (cat III) y
  • Neuromielitis óptica (cat II)

En el cuadro III se enlistan las enfermedades que subieron de categoría, en comparación con la 4ª edición especial de 2007. Se planea que la próxima revisión y edición sea en 2013 y es probable que tenga la representación internacional.

Cuadro III
Enfermedad Modalidad ASFA Categoría
2010 2007
Síndrome antifosfolípido catastrófico RPT II III
Cardiomiopatía dilatada IA/RPT III P
Glomeruloesclerosis focal y segmentaria recurrente – GESF TPE I III
Nefropatía mieloma fundido TPE II III
Transplante renal – rechazo mediado anticuerpo TPE I II
NMO Síndrome Devic TPE II III
Lupus Eritematoso Sistemico (cerebritis) TPE II III
Microangiopatía trombótica asociada a drogas (triclopidine/clopidrogel) TPE I NC
Enfermedad de Wilson (fulminante) TPE I NC

A continuación se enlistan los procedimientos más frecuentes:

 

Enfermedad / Nombre / Condición Modalidad de Aféresis Cat. Tipo de Enfermedad
Crioglobulinemia Plasmaféresis I Enfermedad Autoinmune
Síndrome de Guillain-Barré Plasmaféresis I Enfermedad Neurológica
Polirradiculoneuropatía desmielinizante inflamatoria crónica Plasmaféresis I Enfermedad Neurológica
Miastenia gravis Plasmaféresis I Enfermedad Neurológica
Desordenes neuropsiquiátricos

Autoinmunes pediátricos asociados a infecciones estreptococcicas (PANDAS)

Corea de Sydenham (SC)

PANDAS severas

SC severas

Plasmaféresis

Plasmaféresis

I

I

Enfermedad Neurológica
Hiperleucocitosis

Leucostasis

Profilaxis

Leucoaféresis

Leucoaféresis

I

III

Enfermedad Hematológica

 

Hiperviscosidad en gammopatías monoclonales Plasmaféresis I Enfermedad Hematológica

 

 

Enfermedad / Nombre / Condición Modalidad de Aféresis Cat. Tipo de Enfermedad
Linfomas cutáneos T Fotoaféresis extracorpórea I Enfermedad Hematológica
Anemia falciforme

Riesgo orgánico y de vida

Profilaxis de stroke

Prevención de sobrecarga de hierro

Eritroaféresis

Eritroaféresis

Eritroaféresis

I

II

II

Enfermedad Hematológica

 

 

Púrpura trombocitopénica trombótica Plasmaféresis I Enfermedad Hematológica
Polineuropatías paraproteinémicas

IgG/IgA

IgM

Mieloma múltiple

IgG/IgA/IgM

Plasmaféresis

Plasmaféresis

Plasmaféresis

Inmunoadsorción

I

II

III

III

Enfermedad Neurológica

 

 

 

Hipercolesterolemia familiar

Homocigotas

Heterocigotas

Remoción selectiva

Remoción selectiva

Plasmaféresis

I

II

II

Enfermedad Metabólica
Enfermedad de la membrana basal anti glomerular (Síndrome de Goodpasture) Plasmaféresis I Enfermedad Renal
Rechazo en trasplante cardíaco

 

Profilaxis

 

Tratamiento

Fotoaféresis extracorporea

Fotoaféresis extracorporea

Plasmaféresis

I

II

III

Trasplante

 

Síndrome miasténico de

Lambert-Eaton

Plasmaféresis II Enfermedad Neurológica
Esclerosis múltiple

Enfermedad desmielinizante inflamatoria aguda del SNC

Síndrome de Devic

Progresiva crónica EM

Inespecífica EM

Plasmaféresis

Plasmaféresis

Plasmaféresis

II

III

II

 

Enfermedad Neurológica

 

 

 

Encefalitis de Rassmussen Plasmaféresis II Enfermedad Neurológica
Eritrocitosis. Policitemia vera

Sintomática

Eritroaféresis II Enfermedad Hematológica
Enfermedad / Nombre / Condición Modalidad de Aféresis Cat. Tipo de Enfermedad
Enfermedad injerto vs. Huésped

Piel

No piel

Fotoaféresis extracorpórea

II

III

Enfermedad Hematológica

 

Púrpura trombocitopénica idiopática Inmunoadsorción II Enfermedad Hematológica

Malaria

Severa

Eritroaféresis II Enfermedad Hematológica

Trasplante de células progenitoras hemopoyéticas ABO incompatibles. Plasmaféresis II Enfermedad Hematológica
Babesiosis

Severa

Eritroaféresis II Enfermedad Hematológica

Aloinmunización con glóbulos rojos en embarazo Plasmaféresis II Enfermedad Hematológica
Trombocitosis

Sintomática

Profilaxis o secundaria

Trombocitoaféresis

Trombocitoaféresis

II Enfermedad Hematológica
III  
   
Sobredosis y envenenamiento

Envenenamiento con hongos

Otros compuestos

Plasmaféresis

Plasmaféresis

II

III

Enfermedad Metabolica

 

Enfermedad de depósito de ácido fitánico (Enfermedad de Refsum) Plasmaféresis II Enfermedad Metabolica
Glomerulonefritis asociada a ANCA rápidamente progresiva (Granulomatosis de Wegener) Plasmaféresis II Enfermedad Renal
Trasplante renal. Rechazo mediado por anticuerpos. Desensibilización HLA

 

Rechazo mediado por anticuerpos

Desensibilización HLA

Plasmaféresis

Plasmaféresis

I

I

Enfermedad Renal

 

Trasplante de órgano sólido ABO incompatible

Riñón

Corazón (infantes)

Hígado

Plasmaféresis

Plasmaféresis

Plasmaféresis

II

II

III

Trasplante

 

 

Enfermedad / Nombre / Condición Modalidad de Aféresis Cat. Tipo de Enfermedad
Síndrome antifosfolípido catastrófico Plasmaféresis III Enfermedad Autoinmune
Pemphigus vulgaris Plasmaféresis

Fotoaféresis extracorporea

III

III

Enfermedad Autoinmune
Lupus eritematoso sistémico

Plasmaféresis

Plasmaféresis

III

IV

Enfermedad Autoinmune

 

Manifestaciones distintas a nefritis

 

Nefritis

Encefalomielitis aguda diseminada Plasmaféresis III Enfermedad Neurológica
Síndrome de Stiff-person Plasmaféresis III Enfermedad Neurológica
Síndromes neurológicos paraneoplásicos Plasmaféresis III Enfermedad Neurológica
Inmunoadsorción III  
Anemia aplástica

Aplasia pura de células rojas

Plasmaféresis III Enfermedad Hematológica

Anemia hemolítica autoinmune caliente.

Enfermedad de aglutininas frías

Plasmaféresis III Enfermedad Hematológica

Inhibidores de factores de coagulación Inmunoadsorción

Plasmaféresis

III

III

Enfermedad Hematológica

Mieloma y fallo renal agudo Plasmaféresis III Enfermedad Hematológica
Púrpura postransfusional Plasmaféresis III Enfermedad Hematológica
Falla hepática aguda Plasmaféresis III Enfermedad Metabolica
Pancreatitis hipertrigliceridémica Plasmaféresis III Enfermedad Metabolica
Sepsis Plasmaféresis III Enfermedad Metabolica
Tirotoxicosis Plasmaféresis III Enfermedad Metabolica
Glomeruloesclerosis Focal y segmentaria

Primaria

Secundaria

Plasmaféresis

Plasmaféresis

III

III

Enfermedad Renal

 

Síndrome urémico hemolítico. Microangiopatía trombótica. Microangiopatía asociada a trasplante.

SUH idiopático

Otros

Microangiopatía asociada a trasplante

Plasmaféresis

Plasmaféresis

Plasmaféresis

Plasmaféresis

III

III

III

IV

Enfermedad Renal
 
Glomerulonefritis rápidamente progresiva Plasmaféresis III Enfermedad Renal
Artritis reumatoidea refractaria Inmunoadsorción III Enfermedad Reumática
Esclerodermia (Esclerosis progresiva sistémica) Plasmaféresis

Fotoaféresis extracorporea

III

IV

Enfermedad Reumática

Trasplante de pulmón Fotoaféresis extracorporea III Trasplante

 

 





American Society For Apheresis / American Association Of Blood Banks (Aabb): Indicaciones de Aféresis Terapéuticas

30 08 2010

La palabra aféresis es un término derivado del griego “aphairesis” que significa “separar” o “remover”. En la actualidad los procedimientos de aféresis pueden ser utilizados con fines de obtención de componentes para transfusión o con fines terapéuticos (aféresis terapéutica).

La Sociedad Americana de Aféresis (ASFA) y la Asociación Americana de Bancos de Sangre (AABB) han desarrollado guías de tratamiento para la aféresis terapéutica, que son modificadas periódicamente de acuerdo con la medicina basada en evidencia, y cuyo listado de indicaciones más importantes se muestra más adelante.

En las aféresis terapéuticas, generalmente los volúmenes que se eliminan son mayores que los que se extraen en las donaciones, por ello se hace necesario reponer el volumen eliminado. Por ejemplo en el caso de recambio plasmático, el plasma extraído se sustituye con solución salina fisiológica y albúmina al 5 %, o bien, en patologías específicas como púrpura trombocitopénica trombótica (PTT) o en síndrome urémico hemolítico (SUH) con plasma desprovisto, así mismo cuando se retiran eritrocitos por casos de crisis agudas de anemia de células falciformes, se sustituye por eritrocitos alogénicos.

El fundamento teórico de la aféresis terapéutica es la reducción de la carga de sustancias patológicas a niveles que permitan mejorar la salud del enfermo a través de retirar de la circulación anticuerpos indeseables, lípidos, reduciendo leucocitos o plaquetas en pacientes con síndromes mielo o linfoproliferativos, recambiando eritrocitos con alteraciones anormales (anemia drepanocítica), o para recolectar células progenitoras hematopoyéticas de sangre periférica para efectos de trasplante. La aféresis terapéutica, particularmente la plasmaféresis (PF), es un procedimiento usado para tratar enfermedades poco frecuentes o condiciones que ponen en peligro la vida del enfermo y que no responden al tratamiento convencional; estos procedimientos pueden ser realizados en niños y adultos.

En la preparación de los pacientes que serán sometidos a este tipo de procedimientos se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones para asegurar que el tratamiento sea seguro y efectivo:

I. Revisión de la historia clínica. Para determinar si existe una base científica para su realización en el padecimiento específico, y para establecer en conjunto con el médico tratante, la periodicidad, manejo de líquidos, medicamentos, etcétera.

II. Carta de consentimiento informado del paciente y de los padres en caso de menores de edad.  Comparado con otros procedimientos diagnósticos y terapéuticos, el riesgo asociado al procedimiento de aféresis es bajo; los riesgos y beneficios deberán ser discutidos con el paciente o tutor para obtener su consentimiento por escrito.

III. Acceso vascular adecuado. El acceso vascular debe ser de un calibre y rigidez suficiente que permita el intercambio de los fluidos requeridos del paciente a la máquina y viceversa; en casos de aféresis ocasionales, se pueden colocar catéteres endovenosos de calibre grueso a través de la vena antecubital y retirarlos después del procedimiento, o si se plantean múltiples aféresis en periodos de tiempo o semanas, se puede utilizar una vena central colocando catéteres a permanencia.

IV. Evaluar los líquidos de reemplazo. Para decidir un procedimiento de aféresis terapéutica es importante calcular el volumen sanguíneo total, el volumen plasmático y el volumen eritrocitario, datos importantes para los líquidos de reemplazo. Se removerán entre 1 a 1.5 volúmenes plasmáticos por procedimiento, lo que eliminará 80 % del elemento específico; dos volúmenes pueden elevar esta cifra a 88 %. Las soluciones de reposición dependen de las características de la enfermedad y del paciente. El reemplazo puede realizarse con cristaloides y/o coloides (albúmina 5 %), plasma fresco congelado o eritrocitos alogénicos.

Las indicaciones más importantes y más frecuentes son las siguientes:

ENFERMEDAD TIPO DE AFERESIS
Púrpura trombocitopénica trombótica Plasmaféresis
Síndrome de Guillain-Barré Plasmaféresis
Miastenia gravis Plasmaféresis
Polineuropatías paraproteinémicas Plasmaféresis
Esclerosis múltiple Plasmaféresis
Sobredosis y envenenamiento Plasmaféresis
Falla hepática aguda Plasmaféresis
Hiperleucocitosis Leucoaféresis
Anemia falciforme Eritroaféresis
Eritrocitosis. Policitemia vera Eritroaféresis
Malaria Eritroaféresis
Trombocitosis Plaquetoféresis
Trasplante renal. Rechazo Plasmaféresis
Trasplante de órgano sólido ABO incompatible Plasmaféresis
Crioglobulinemia Plasmaféresis
Polirradiculonefropatía desmielinizante inflamatoria crónica Plasmaféresis
Corea de Sydenham Plasmaféresis
Hiperviscosidad en gammopatías Plasmaféresis
Síndrome de Goodpasture Plasmaféresis
Síndrome miasténico de Lambert-Eaton Plasmaféresis
Encefalitis de Rassmussen Plasmaféresis
Aloinmunización con glóbulos rojos en embarazo Plasmaféresis
Lupus eritematoso sistémico Plasmaféresis
Mieloma y fallo renal agudo Plasmaféresis




Cuadriplejia En El Síndrome de Guillain Barre: Reporte De Caso.

20 07 2010

La cuadriplejía es un término extraído del latín, quadrum cuatro, y del griego pléssein, afectar; que define la lesión o la enfermedad del sistema nervioso que afecta la capacidad del individuo para mover partes específica del cuerpo. Cuando ésta capacidad motora se encuentra reducida también se conoce con el nombre de parálisis o por su sinónimo tetraplejia o parálisis de los cuatro miembros.

El Síndrome de Guillain-Barré es un trastorno en el que el sistema inmunológico del cuerpo ataca a parte del sistema nervioso periférico. Los primeros síntomas de esta enfermedad incluyen distintos grados de debilidad o sensaciones de cosquilleo en las piernas que van siendo progresivos y van ascendiendo en sentido cefálico. En muchos casos, la debilidad y las sensaciones anormales se propagan a los brazos y al torso. Estos síntomas pueden aumentar en intensidad hasta que los músculos no pueden utilizarse en absoluto y el paciente queda casi totalmente paralizado.

En algunos casos, el trastorno pone en peligro la vida del paciente interfiriendo con la respiración y, a veces, con la presión sanguínea y el ritmo cardíaco, por lo que en estas circunstancias se le considera una emergencia médica.

Se desconoce cómo se inicia la enfermedad, pero lo que lo que sí se sabe es que el sistema inmunológico del organismo del individuo comienza a atacar a su propio cuerpo, lo que se conoce como una enfermedad autoinmune. Comúnmente, las células del sistema inmunológico atacan sólo a material extraño y a organismos invasores, pero en el Síndrome de Guillain-Barré, el sistema de defensa comienza a destruir la cobertura de mielina que rodea a los axones de muchos nervios periféricos, o incluso a los propios axones (los axones son extensiones delgadas y largas de las células nerviosas que transmiten las señales nerviosas). A ello se debe que los músculos comiencen a perder su capacidad de responder a los mandatos del cerebro, mandatos que han de transportarse a través de la red nerviosa. El cerebro también recibe menos señales sensoriales del resto del cuerpo, resultando en una incapacidad de sentir las texturas, el calor, el dolor y otras sensaciones. Todo este proceso es mediado por la intervención de anticuerpos circulantes en la sangre.

En el caso que presentamos en ésta ocasión, nos encontramos en presencia de un varón adulto de 47 años, que aproximadamente cinco o seis días del inicio de los síntomas presentó proceso viral común al cual no le dio importancia. Pasado ese tiempo, el paciente comenzó a perder potencia muscular en los miembros inferiores y a presentar parestesias (adormecimiento) en los miembros superiores que se fue incrementando rápidamente, hasta que 24 horas después del inicio de los síntomas descritos, había perdido la capacidad para mantenerse en pie, para movilizar los miembros superiores y para sujetar objetos con las manos, por lo que decidió consultar a un médico.

El profesional consultado constatando la presencia de una enfermedad del sistema nervioso remitió al paciente a consultar con neurología quienes hicieron el diagnóstico de Guillain Barre, ordenando el traslado del paciente al hospital.

Al momento de su ingreso el paciente no era capaz de movilizar sus cuatro miembros, pero mantenía la sensibilidad superficial y profunda de los mismos.

El tratamiento de escoge en estos casos son las inmunoglobulinas humanas y la plasmaféresis, sin embargo, por ser esta última un procedimiento igual de efectivo pero entre un 50 y un 70% menos costoso, su popularidad ha ido en rápido incremento, por lo que se le indicó al paciente un ciclo de cuatro procedimientos.

Cabe mencionar que la plasmaféresis terapéutica está también indicada en más de 80 enfermedades distintas y es utilizada generalmente con tres fines:

1)    Modular la respuesta inmune y disminuir rápidamente aquellos     componentes responsables de la enfermedad tales como:

a)  Remover anticuerpos citotóxicos o autoanticuerpos de la clase IgG o lgM responsables de múltiples enfermedades, como el Guiññain Barre.

b) Imnunocomplejos circulantes, los cuales inducen a las enfermedades por depósitos (lupus, crioglobulinemia).

c) Paraproteinas causantes de nefropatías por depósitos (lgG, IgM etc.)

d) Componentes tóxicos, (Púrpura Trombocitopénica Trombótica, Sindrome Urémico Hemolítico), o bien por envenenamiento exógeno como drogas o alimentos como hongos o de origen endógeno, como el fallo hepático agudo (bilirrubina, ácidos biliares, aminoácidos aromáticos, etc).

e) Lipoproteinas de baja densidad como la LDL y otras fracciones aterogenéticas causantes principales de la formación de la aterosis de la placa de ateroma, fundamentalmente en pacientes con hipercolesterolemia de tipo familiar.

2)   Reemplazar factores deficitarios del plasma que con la infusión de plasma         fresco, puede por sí mismo producir efectos beneficiosos como es posible        que ocurra en el tratamiento de la púrpura trombótica trombocitopénica       (PTT).

3)  Otros efectos sobre el sistema inmune como es la depleción de los diferentes    componentes del complemento, fibrinógeno y posibles citoquinas

En el presente caso, el objetivo principal del tratamiento era retirar las inmunoglobulinas del paciente las cuales poseen una vida media de 5 (IgM) a 21 (IgG) días, y tienen una distribución dentro de la corriente sanguínea entre 45-75% de su masa total. Este contenido determina qué tan eficientemente son removidas este tipo de proteínas del cuerpo del paciente cuando se realiza una sesión de plasmaféresis.

En estos pacientes debido a que en la mayor cantidad de inmunoglobulinas removidas ocurre con la remoción de un volumen plasmático, alcanzando cifras de hasta el 80% del total; y que remociones mayores de volúmenes plasmáticos sólo logran grados menores de eliminación de estas macromoléculas, se indicaron sesiones de plasmaféresis con remociones de un volumen plasmático las cuales se iniciaron infortunadamente hasta el onceavo día después del diagnóstico, con un secuestro de plasma de 2548 ml las cuales se fueron incrementando hasta lograr extraer sin ninguna complicación 2792 ml.

El líquido de sustitución fue  solución salina normal con albúmina humana al 20%, y se utilizó un separador celular de flujo continuo Cobe Spectra, cuya eficiencia es superior a los equipos que utilizan el método de flujo intermitente.

La tasa de sustitución de líquidos fue del 100% para garantizar la normovolemia del paciente; el tiempo promedio para el procedimiento fue de 72 minutos y el volumen promedio de anticoagulante utilizado  fue de 662 ml.

Debe hacerse notar, que entre más pronto se inicia el ciclo de plasmaféresis ocurre menos daño al recubrimiento de mielina de los axones y por lo tanto la recuperación del paciente es más rápida y más satisfactoria.

Posterior a cada procedimiento de aféresis se debe de esperar una re acumulación de nuevas inmunoglobulinas  en el sistema circulatorio del paciente, fenómeno que ocurre a partir de varios orígenes como son el drenaje a partir del sistema linfático, la síntesis endógena por células plasmáticas de nuevas globulinas y por difusión simple a través de la pared de los capilares sanguíneos, siendo estas dos últimas rutas las que transfieren las macromoléculas de los tejidos al sistema vascular.

Con el objetivo de monitorizar el efecto de las plamaféresis se midieron en sangre las concentraciones de proteínas totales, albúmina y globulinas observándose los siguientes resultados:

  1. Las proteínas totales en sangre se redujeron de 6.8 al inicio del tratamiento a 5.5 al final del mismo.
  2. Las albúminas se mantuvieron estables alrededor de 4.5, lo que indica que la reposición de las mismas fue efectiva.
  3. Las globulinas cayeron de 2.3 a 1.5 atestiguando la efectividad del procedimiento.

Otros parámetros como electrolitos se mantuvieron normales y los niveles de calcio no sufrieron modificaciones importantes.

El paciente no presentó ningún tipo de reacción adversa o complicación manteniéndose su presión arterial, pulso y saturación de oxígeno normal durante el procedimiento y controlados por medio de monitor.

Como resultado de los procedimientos el paciente recuperó parcialmente la movilidad de los cuatro miembros a partir de la segunda plasmaféresis y su pronóstico es bueno, aunque necesitará fisioterapia durante el tiempo que el organismo tarde en reconstruir las vainas de mielina de los nervios.





Las Células Madre y El Fútbol

28 06 2010

La participación de atletas en el fútbol profesional moderno, así como en otros deportes intensos, implica la realización de grandes esfuerzos físicos por tiempo prolongado con el consiguiente riesgo de padecer lesiones por contacto con otro jugador, lesiones provenientes de grandes cargas dinámicas o daño por desgaste de huesos, tendones, ligamentos y articulaciones.

Con frecuencia podemos observar como algunos jugadores de nuestra simpatía dejan de participar en algún juego importante debido a lesiones músculo-esqueléticas que aparecen durante los encuentros o durante los entrenamientos. En este artículo revisaremos en forma muy general, el aporte de la Medicina Regenerativa (stem cells) en las lesiones deportivas.

El uso de las células madre (stem cells) ha venido siendo utilizado con éxito desde hace aproximadamente 50 años para el tratamiento de enfermedades hematológicas como son la enfermedad de Hodgkin y el mieloma múltiple. A partir de los buenos resultados obtenidos en este campo, y con base a las observaciones de la influencia que ejercía este tratamiento en otras enfermedades; el uso de este tipo de células se ha extendido a otras muchas especialidades de la medicina especialmente en Europa, quienes han establecido un gran avance en este campo comparado con los Estados Unidos.

Es así como, el Grupo Europeo de Trasplante de Sangre y Médula Ósea publicó en septiembre del año pasado (2009), la revisión de los tratamientos efectuados con células madre en pacientes con enfermedades autoinmunes (lupus, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, etc.), en los últimos 12 años, en 27 países y 172 instituciones en Europa y Asia, dando un halagador resultado de mejoría y sobrevida del 85% de los pacientes, después de cinco años de realizado el trasplante. (Farge et al.; doi:10.3324/haematol.2009.013458)

De igual manera, el doctor Bodo Strauer y sus colaboradores de la Universidad de Dusseldorf en Alemania, después de diez años de tratar pacientes con infarto del miocardio y otras afecciones cardiacas sostiene lo siguiente: “Las células mononucleares derivadas de la médula ósea puede reparar el miocardio dañado en humanos. Las células madre tiene la importante propiedad de auto regenerarse y de plasticidad diferenciada. La médula ósea humana contiene células hematopoyéticas CD34 y células mesenquimales que contribuyen a la reparación del músculo cardíaco” (Heart, January 2009, Vol 95, No 2).

Una de las áreas más reciente incorporadas para el uso terapéutico de las células madre es la neumología y el tratamiento de las enfermedades crónicas del pulmón. El doctor Carlo Agostini de la Escuela de Medicina de la Universidad de Padua, Italia refiere lo siguiente: “Las células madre derivadas de la médula ósea son consideradas células progenitoras que mantienen su potencial de diferenciarse y convertirse en diferentes órganos sólidos, si son cultivadas en condiciones apropiadas. En particular, hay datos que sugieren que estas células pueden diferenciarse en tejidos no estromales incluyendo epitelio pulmonar.

Por su parte, Lobinger et al. Han demostrado que los progenitores hematopoyéticos tiene la habilidad de diferenciarse y funcionar como vías aéreas y células del parénquima pulmonar”. (Respiratory Medicine (2010) xx, 1-6. Artículo por publicar).

Derivado del éxito obtenido en el tratamiento de múltiples afecciones como las citadas anteriormente, la medicina deportiva y la ortopedia han incursionado también dentro de la medicina regenerativa aplicada a las lesiones resultantes de los esfuerzos hechos por los futbolistas y otros atletas en los encuentros deportivos.

El reto actual de la ortopedia es reparar y regenerar los daños producidos por lesiones y enfermedades que se suceden en los tejidos músculo-esqueléticos, y las células más comúnmente utilizadas para este propósito son las células mesenquimales (MCS). Este tipo de células son estromales, no hematopoyéticas, que exhiben una capacidad de diferenciación en múltiples linajes, y son capaces de convertirse en diferentes tejidos incluyendo hueso, cartílago, tejido adiposo, tendones y músculo.

Estas células pueden ser aisladas provenientes de la médula ósea o ser obtenidas por cultivos o de varias otras fuentes como el periostio, la grasa y la piel. Bajo condiciones controladas, estas células pueden diferenciarse en linajes multimesenquimales dando como resultado osteoblastos (hueso), condrocitos (cartílagos), adipocitos (grasa) y mioblastos (músculo), haciendo a estas células muy útiles para la ingeniería tisular así como también para la terapia génica y la aplicación en ortopedia.

Lo anterior es la base para posibilitar la regeneración de los cartílagos articulares especialmente de la rodilla (meniscos), lesión que en el fútbol actual es extremadamente frecuente.

Todos sabemos que el menisco dañado tiene un pobre potencial de reparación dado su naturaleza avascular, y que el daño de estos cartílagos es una causa potencial mayor de desarrollo de osteo-artritis, además que es muy conocido que el cartílago de la rodilla raramente cura de forma espontánea.

Siguiendo esta línea de razonamiento, Wakitani et al. estudiaron la efectividad del trasplante de células MCS previamente cultivadas y provenientes de médula ósea en nueve defectos graves de cartílagos patelo-femorales en humanos. Después de seis meses posteriores al trasplante, los síntomas clínicos de los pacientes habían mejorado y dicho efecto positivo se mantuvo durante un período de seguimiento de 17 a 27 meses. (JTissue Eng Regen Med. 2007; 1(1): 74-9)

En cuanto a las lesiones de los huesos las células MSC han sido usadas para impulsar la regeneración del hueso en casos críticos de defecto óseo, mal uniones en fracturas y diferentes tipos de enfermedades incluyendo la osteogénesis imperfecta en niños.

En el caso de las fracturas óseas que no consolidan apropiadamente, la aplicación mínimamente invasiva de una inyección a través de la piel de un paquete de células mesenquimales en pacientes afectados por una falta de unión en una fractura de la tibia dio como resultado la unión del hueso en la mayoría de los pacientes. Goel A, Injury 2005; 36(1): 203-6.

Otro problema frecuente en los jugadores de fútbol y de otros deportes son las lesiones de tendones y ligamentos, que en el caso del primer deporte mencionado, ocupa el primer lugar la lesión de ligamento cruzado anterior de la rodilla.

Es conocido por los especialistas del área, que una vez dañados los tendones y ligamentos estos producen en forma natural una reparación de mala calidad debido a su limitada habilidad de regeneración. Por otra parte el uso de implantes biológicos como los implantes autólogos, alogénicos o los bio materiales absorbibles Tornillos y otros), pueden resultar en varias complicaciones como problemas en el sitio en que fueron colocados, formación de cicatrices no deseadas, riesgo de infección y de rechazo del implante.

Es así como, la solución biológica de utilizar células MCS para regenerar el tejido dañado y crear un tejido similar al original, ha llamado la atención y el interés de los investigadores en este campo. Se espera que en unos cuantos años los laboratorios de biología e ingeniería celular puedan estar creando tendones y ligamentos a partir de las células propias del deportista, para que grandes profesionales del fútbol como  Sir David Beckham de Inglaterra (quien padece de una ruptura en el tendón de Aquiles) y Didier Drogba  de Costa de Marfil (con fractura del antebrazo), puedan participar con sus equipos después de recuperarse más rápidamente de sus lesiones.





Plasmaféresis en Hipercolesterolemia Familiar

28 05 2010

La Hipercolesterolemia Familiar es una afección que se transmite de padres a hijos en la cual una persona tiene altos niveles de colesterol «malo» (lipoproteína de baja densidad o LDL) desde el nacimiento. Esta afección  que puede causar ataques cardíacos a temprana edad se caracteriza por un aumento del colesterol en sangre y un elevado riesgo de desarrollar Infarto de Miocardio en edades tempranas del individuo.

Sin un tratamiento adecuado, el 70% de las personas que tiene esta enfermedad sufrirán un Infarto de Miocardio antes de llegar a los 60 años de edad.

La hipercolesterolemia familiar es causada por un defecto genético en el cromosoma 19, lo que hace que el cuerpo sea incapaz de eliminar el colesterol LDL del torrente sanguíneo. Esta afección provoca niveles permanentemente altos de colesterol LDL en la sangre, lo cual lleva a que se presente en los enfermos ateroesclerosis a temprana edad. La afección se transmite de manera característica de padres a hijos en forma autosómica dominante, lo cual significa que la persona sólo necesita recibir el gen anormal de uno de los padres para heredar la enfermedad.

En casos excepcionales, un niño puede heredar el gen de ambos padres, lo cual complica más la situación, de tal manera que los niveles de colesterol pueden exceder los 600 mg/dL, lo que incrementa enormemente el riesgo de cardiopatía y ataques cardíacos por bloqueo de las arterias coronarias por placas ateromatosas. (ver figura)

Síntomas

Los síntomas que se pueden presentar en la Hipercolesterolemia Familiar abarcan:

  1. Depósitos cutáneos grasos y ricos en colesterol (xantomas)
  2. Depósitos de colesterol en los párpados (xantelasmas)
  3. Dolor torácico (angina) asociado con arteriopatia coronaria
  4. Obesidad

Signos y exámenes

Un examen físico puede revelar la presencia de tumores cutáneos grasos, llamados xantomas, y depósitos de colesterol en el ojo (arco corneal).

Otros signos abarcan:

  1. Un fuerte antecedente familiar de hipercolesterolemia familiar o ataques cardíacos tempranos
  2. Niveles altos de colesterol LDL en alguno o en ambos padres
  3. Niveles altos de colesterol total mayores a 300 mg/dL en adultos y mayores a 250 mg/dL en niños
  4. LDL superior a 200 mg/dL
  5. Nivel alto de triglicéridos

Los individuos de familias con un fuerte antecedente de ataques cardíacos tempranos deben hacerse exámenes de sangre para determinar los niveles de lípidos y descartar que posean esta enfermedad.

Tratamiento

La dieta apropiada, el ejercicio y ciertos fármacos pueden reducir los lípidos (grasas en la sangre) a niveles más seguros y disminuir el riesgo de cardiopatía y ataques cardíacos. Aquellas personas que heredan sólo una copia del gen defectuoso pueden responder bien a cambios en la dieta combinados con drogas estatinas.

El primer paso es cambiar lo que el paciente come. Debe de instaurarse una dieta rígida y modificarla durante varios meses antes de que el médico agregue medicamentos. Se le solicitará al paciente disminuir la ingesta de grasa a menos del 30% del total de calorías que consume diariamente lo cual puede ser controlado por un nutriólogo.

Cuando no hay respuesta clara al tratamiento y los niveles de colesterol no disminuyen, y con base al alto riesgo que ésta alta concentración de grasas en sangre significan para el paciente, será necesario realizar un ciclo de hasta 5 plasmaféresis con el propósito de retirar mecánicamente el colesterol circulante. La plasmaféresis es un procedimiento por el cual el paciente es conectado a un separador celular Cobe Spectra de flujo continuo el cual divide la sangre en sus componentes principales,  retirándose el plasma que es sustituido, a su vez,  por una mezcla de solución salina y albúmina humana. El resto de componentes sanguíneos como los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas son devueltos al paciente sin daño alguno. El procedimiento es muy seguro y los resultados halagadores obteniéndose una reducción del colesterol en la sangre.






¿Inmunoglobulinas o Plasmaferesis En Miastenia Gravis? Presentación de Caso

10 05 2010

En otros artículos de este blog hemos definido la miastenia gravis (MG) como una  enfermedad neuromuscular autoinmune y crónica caracterizada por grados variables de debilidad de los músculos esqueléticos (los voluntarios) del cuerpo. La denominación proviene del latín y el griego, y significa literalmente «debilidad muscular grave». Inicia con un cuadro insidioso de pérdida de fuerzas, que rápidamente se recuperan con el descanso pero que reaparece al reiniciar el ejercicio. Suele comenzar a en los músculos perioculares y en pocas ocasiones el inicio es agudo.

La miastenia gravis es causada por un defecto en la transmisión de los impulsos nerviosos a los músculos. Ocurre cuando la comunicación normal entre el nervio y el músculo se interrumpe en la unión neuromuscular, el lugar en donde las células nerviosas se conectan con los músculos que controlan.

Normalmente, cuando los impulsos recorren el nervio (1), las terminaciones nerviosas secretan una sustancia neurotransmisora llamada acetilcolina. La acetilcolina se desplaza a través de la unión neuromuscular (2), y se adhiere a los receptores de acetilcolina, en la membrana post-sináptica. Los receptores se activan y generan una contracción del músculo (3).

En la miastenia gravis, los anticuerpos bloquean, alteran, o destruyen los [receptores nicotinicos de acetilcolina en la unión neuromuscular, lo cual evita que ocurra la contracción muscular. Estos anticuerpos son producidos por el propio sistema inmunológico del cuerpo, por ende, la miastenia gravis es una enfermedad autoinmune, porque el sistema inmunológico, que normalmente protege al cuerpo de organismos externos, se ataca a sí mismo por error.

Tratamiento:

Además de los esteroides,  el mestinon y  otros fármacos, están indicados en este padecimiento las inmunoglobulinas (IvIg) y la plasmaféresis.

La aplicación de IvIg se ha demostrado que es efectiva en dosis de 400 mg por kg de peso durante cinco días, y proveen al organismo del paciente con los anticuerpos protectores faltantes.

La plasmaféreis consiste en un procedimiento capaz de separar mecánicamente los anticuerpos patógenos del plasma sanguíneo del paciente, extrayendo con una máquina conocida como separados celular, el plasma del paciente y sustituyéndolo con una mezcla de solución salina y álbumina humana. Se realiza en un ciclo de 4 o 5 intercambios, en días alternos. Este tratamiento consigue disminuir en un 75 a 80% la concentración de anticuerpos anticolinesterasa dentro del paciente, con mejoría clínica evidente en muchos enfermos. La ventaja de la plasmaféresis es que su costo es alrededor de un 65% menos que la aplicación de IvIg, y su efecto en muchos casos puede  percibirse en muy corto plazo.

En el caso que presentamos en esta ocasión puede observarse el efecto señalado.

Se solicitó un ciclo de 5 plasmaféresis para un paciente masculino, de aproximadamente 45 años, con dos años de evolución de miastenia gravis, que aproximadamente tres semanas antes había iniciado una crisis de su enfermedad la cual fue tratada con inmunoglobulinas endovenosas. El paciente mejoró un poco con el tratamiento ofrecido, sin que los síntomas remitieran por completo.

Siete días antes de iniciar el ciclo de plasmaféresis el paciente había iniciado de nuevo una crisis con la sintomatología conocida, por lo que consultó de nuevo a su médico quien indicó el ciclo de aféresis.

Los procedimientos se iniciaron realizándose un intercambio de 0.8 a 1 volumen plasmático por sesión y sustituyendo el plasma por solución salina + albúmina al 20%, utilizándose un separador celular Cobe Spectra, que utiliza el sistema de flujo continuo por lo que el procedimiento se realiza en mucho menor tiempo que el que ocupa un equipo de flujo intermitente.

En el caso de este paciente los procedimientos duraron apenas 75 minutos (1:15 horas) en contra de las 4:30 a 5:00 horas que hubiese durado con una máquina de flujo intermitente. A menor tiempo de tratamiento menos reacciones adversas y complicaciones.

Nuestro paciente no sufrió problemas de estabilidad hemodinámica debido a que la máquina no maneja grandes volúmenes extra corpóreos, y por cada ml que aspira devuelve uno de regreso al paciente. Esto evita cambios en la presión arterial, en el pulso y en el estado general del paciente.

Además, la tasa de anti coagulante que se devuelve al enfermo es controlada por el separador de tal manera que no sobrepase determinada cantidad evitando de esta manera los efectos adversos que puede producir el anti coagulante, como es la disminución súbita del calcio y el operador puede cambiar cualquier parámetro que desee para comodidad y seguridad del paciente y para facilidad en el manejo del equipo.

En el presente caso, el paciente presentó franca mejoría desde el primer procedimiento de plasmaféreis, disminuyendo los síntomas y aumentando su potencia muscular y fue mejorando paulatinamente hasta ser dado de alta el mismo día de haberse finalizado las plasmaféresis planeadas.





Plasmaféresis como Tratamiento en las Complicaciones del Embarazo. Preeclamsia y Sindrome de Hellp.

10 05 2010

Los cuadros de hipertensión asociados al embarazo continúan presentando un alto impacto en la morbi mortalidad materna así como perinatal, siendo de gran preocupación en todos los países del mundo. La incidencia de esta complicación en la mayoría de los servicios de obstetricia oscila entre un 5% a un 10% del total de los embarazos.
Una complicación grave, que puede desarrollarse antes del parto (usualmente en el 3º trimestre) o en el posparto, es llamado Síndrome HELLP (hemólisis, enzimas hepáticas elevadas y plaquetopenia) que es un acontecimiento al cual hay que tratar pronto y con decisión.

El Síndrome de Hemólisis, Disfunción Hepática y Trombocitopenia ha sido reconocido por muchos años como complicación de la preeclampsia severa. Westein introdujo el término Síndrome HELLP en 1982, y  en 1993 Sibai elaboró los criterios diagnósticos de esta entidad, definidos de acuerdo a exámenes de laboratorio. Asimismo definió el término HELLP parcial en los casos en que se presentan por lo menos una característica de las ya mencionadas. Martin clasificó esta entidad en tres clases, de acuerdo al número de plaquetas ya que ante la presencia de menor cantidad de plaquetas, la severidad del cuadro clínico y las complicaciones obstétricas son mayores.

Para poder unificar criterios se elaboró la Tabla 1 en donde se comparan los datos utilizados por ambos para clasificar a este síndrome.

Tabla 1

TIPO DE HELLP CLASE DE HELLP
Síndrome HELLP (SIBAI) HELLP parcial (SIBAI) Clasificación de MARTIN
  • Hemólisis
  • Esquistocitos en láminas periféricas
  • LDH menos a 600 u/l
  • por lo menos un criterio
Clase 1

plaquetas menor a 50,000/ml

  • Disfunción hepática
  • -TGO menor a 70 u/l
Clase 2

entre 50,000 y 100,000/ml

  • Trombocitopenia
  • -plaquetas menor a 100,000/ml
Clase 3

mayor a 10,0000/ml y menor 150,000/ml

Se desconoce la etiología de este síndrome, pero se postulan cuatro hipótesis, como son, la isquemia placentaria, los lípidos maternos, el mecanismo inmunológico y la impronta genética. En un estudio hecho en 177 pacientes, publicado por Martin en el año 2000, concluye que el hallazgo de la asociación entre el incremento de leucocitos y trombocitopenia temprana en el curso del síndrome HELLP avala la hipótesis que esto pueda representar un proceso inflamatorio.

CLINICA

Al revisar la literatura, se observa una clara falta de consenso en cuanto a la incidencia, diagnóstico y manejo de la entidad. La incidencia del Síndrome HELLP oscila entre el 4 y el 14% de las hipertensas embarazadas, éstas a su vez constituyen el 5 al 10% de las gestantes según los diferentes autores. Se presenta más frecuentemente en mujeres menores de 25 años (57%), blancas (57%), primigestas (52%) y con una edad gestacional entre 27 y 36 semanas (71%), siendo de aparición más frecuente antes del parto.

Los síntomas asociados al Síndrome HELLP más frecuentemente, son:

  1. Dolor en hipocondrio derecho y epigastrio (65%)
  2. Náuseas y/o vómitos (36%)
  3. Cefaleas (31%)
  4. Sangrado (5%)
  5. Ictericia (5%)
  6. Diarrea (5%)
  7. Dolor en hombro o cuello (5%).

Si bien es necesaria la presencia de preeclampsia severa para que se instale el síndrome, existen reportes con valores tensionales menores a 160/100 mmHg. Recordemos que por lo general en el Síndrome HELLP no hay una verdadera insuficiencia hepática y la función del hígado se mantiene con el tiempo de protrombina y fibrinógenos normales, salvo que exista Coagulación Intravascular Diseminada.

Los criterios para diagnosticar el Síndrome HELLP, son los que utilizó Sibai para clasificar a esta entidad y se basa en:

  1. Hemólisis: – esquistocitos en el frotis de sangre periférica
  2. Bilirrubina: – mayor o igual a 1,2 ml/dl
  3. Haptoglobinas: ausentes en plasma
  4. Enzimas hepáticas: elevadas (GOT mayor 72 UI/l y LDH mayor a 600 UI/l).
  5. Plaquetas: menor 100X10e3/mm2.

COMPLICACIONES
Las complicaciones más frecuentemente observadas son: Coagulación Intravascular Diseminada (21%), Abruptio Placentae (16%), Insuficiencia Renal Aguda (8%), Ascitis severa (más de 1000 cc) (8%), Edema Pulmonar (6%), Edema Cerebral (1%), Hematoma Hepático Subcapsular o ruptura Hepática Espontánea (1%).

TRATAMIENTO

Toda gestante hipertensa con complicaciones hematológicas debe ser tratada como si el proceso estuviera inducido por el embarazo. Por consiguiente, ello implica la extracción del feto, y en la mayoría de los casos la paciente mejora rápidamente tras el parto.
El plan de tratamiento de las pacientes con síndrome HELLP incluye lo siguiente:

  1. Iniciar la inducción del parto con oxitocina inmediatamente, a no ser que exista contraindicación para el parto vaginal. Los cambios en el cuello uterino deben aparecer poco después de comenzar la inducción. Si se prevé que el parto va a prolongarse más de 12 hs. tras el comienzo de la inducción es preferible realizar cesárea.
  2. No se harán transfusiones de plaquetas, a no ser que el recuento plaquetario sea inferior a 20,000/mm2, o menor de 40,000/mm2 si la paciente presenta signos de alteración de la hemostasia. Si es necesario hacer transfusión de plaquetas, cada unidad administrada aumentará el recuento plaquetario en, aproximadamente, 10,000/mm2. Son preferibles las plaquetas obtenidas por aféresis que resultan en un aumento de recuento más rápido debido a la calidad de los trombocitos. El tiempo de supervivencia de las plaquetas transfundidas a un receptor del que se supone que no está inmunizado depende de la gravedad de la enfermedad. Después de extraer el feto, el recuento plaquetario permanece inicialmente bajo, pero aumenta rápidamente después del tercer día de postparto. En las pacientes que se recuperan sin complicaciones, se suele observar el aumento del recuento plaquetario y la disminución de la LDH a partir del cuarto día del posparto. Los concentrados de hematíes se administran si el hematocrito desciende por debajo del 30%. Esta situación suele darse con mayor frecuencia en el postparto precoz, y se debe más al efecto vasodilatador, la hemodilución y la pérdida sanguínea durante el parto que a la hemólisis.
  3. Estas pacientes suelen presentar oliguria y es frecuente emplear un catéter de presión venosa central (PVC) para monitorizar adecuadamente la administración intravenosa de líquidos. La inserción de catéteres en la subclavia está contraindicada en las pacientes con trombocitopenia, ya que existe un elevado riesgo de hemorragia interna y hemomediastino. Si se toma una vía de PVC, debe hacerse en la yugular interna o en una vena periférica.
  4. Las pacientes que presentan un deterioro progresivo a pesar del tratamiento convencional pueden salvarse recibiendo plasmaféresis. La plasmaféresis suele tener efectos favorables sobre el curso de la enfermedad y acelera el período de recuperación. Normalmente se sustituye el plasma extraído por una mezcla de solución salina con albúmina, y entre más pronto se inicie el procedimiento mejores serán los resultados, especialmente si el separador celular es de flujo continuo como el Cobe Spectra, que usamos en nuestros procedimientos.