El presente caso se trata de una paciente del sexo femenino, de 19 años de edad, residente en uno de los dos países más grandes de Suramérica quien a la edad de 13 meses inicia con fiebre. Fue llevada a su pediatra quien diagnostica neumonía y prescribe tratamiento.
72 horas después el cuadro había empeorado, y dado que en la zona había una epidemia viral, es internada en el hospital comprobándose una infección por adenovirus. Estuvo quince días internada, le dieron de alta y tres días más tarde, debió de ser hospitalizada de nuevo a terapia intensiva en estado crítico donde estuvo por un período de 40 días, siendo luego fue trasladada a sala de neumología hasta su alta varios meses después.
Fue enviada a casa con sonda para su alimentación con leches, aceites y otros productos especiales; estaba distrófica, baja de peso y talla, y tuvo que volver a empezar a sentarse y caminar. Los primeros tres años de vida fueron muy difíciles, luego tuvo la posibilidad de estar 3 meses sin oxígeno hasta que volvió a ser internada por un nuevo cuadro agudo, y desde entonces es oxigeno dependiente hasta el día de hoy.
En años posteriores, tuvo otras hospitalizaciones más o menos cada tres años, y a los 8 años en el mes de febrero desarrollo un neumotórax del pulmón derecho, que se resolvió por medio del tratamiento convencional. En las múltiples consultas que tuvieron ella y sus padres con diferentes profesionales médicos todos coincidieron que no existía tratamiento medicamentoso que mejorara la situación de la paciente.
En el momento de inicio de la terapia con células madre en nuestro hospital la joven pesaba 42 kg. y medía 1,48 m., su estado general era bueno y sin otras enfermedades concomitantes. Utilizaba oxígeno a 3.5 lts por minuto, BIPAP para dormir a 3 lts de O2 x minuto y presentaba disnea a pequeños y moderados esfuerzos como barrer su habitación, hacer su cama y por supuesto caminar o hacer ejercicio.
El TAC de tórax mostró pulmones extremadamente afectados y destruidos con grandes cavidades algunas con líquido. (Ver imagen)
La paciente recibió la terapia con Células Madre en nuestro Hospital sin complicación alguna y sin presentar ningún efecto adverso. Fue dada de alta al 8° día de iniciada la terapia y la familia decidió pasar unos días en un Hotel de playa posteriormente a su salida del hospital.
Cuatro días después, y antes de regresar a su país, la paciente fue evaluada de nuevo comprobándose que se había reducido la cantidad de oxígeno utilizado en el BIPAP durante la noche de 3 lts hasta a 0.5 lts por minuto, o sea una reducción de 2.5 lts., lo cual es extraordinario.
Dos meses después de la terapia la madre de la paciente reporta textualmente lo siguiente:
“Estimado Doctor: no le hemos escrito antes, porque acá en nuestro país los meses de agosto y septiembre, son muy raros, pasamos de temperaturas de 38 grados, a 0 grados, en estos momentos estamos de nuevo con mucho frío y lluvia, por lo cual nuestra hija ni sale.
El 14 se cumplieron dos meses del tratamiento. Las mejoras que vemos en ellas son las siguientes: tiene más resistencia, mueve objetos que antes no podía y está más activa. De realizar 15 minutos de escalador (máquina de ejercicio) pasó a hacerlo por una hora. Camina más y se detiene menos veces que antes para recuperarse, ha asistido a recitales, consumiendo menos oxigeno que lo normal en esas mismas ocasiones, sigue el oxígeno en 1,5 ó 2 lts como le había informado la vez anterior y continúa usando casi nada por la noche.
Dicen que la semana próxima va a aumentar la temperatura, de ser así, voy a llevarla a hacer la espirometria, y el análisis de oxígeno en sangre. El segundo es más difícil porque se lo hacen en el hospital y al haber tanta gente enferma allí, el médico no quiere que aparezca por el mismo y estamos esperando que llegue la primavera. El estado de ánimo de ella es muy bueno, y está más contenta, porque nota claramente los cambios. Bueno me despido esperando pronto poder mandarle los informes y poder saber concretamente si están mejor que los anteriores.
Saludos afectuosos de toda la familia”.
Hace unos pocos días atrás recibimos un video de la paciente donde nos dice textualmente lo siguiente:
“Hola. Ya hace tres meses y tres días del tratamiento y en ese tiempo tuve varias mejoras. En realidad son 10. Una es que duermo con menos oxígeno para el BIPAP, y bajé el oxígeno que uso durante el día a 2 lts (usaba 3.5 lts). Puedo barrer mi casa, camino hasta la estación que está a seis cuadras y lo hago sin parar, puedo hacer la cama, puedo caminar y comer a la vez y me recupero más rápido de los resfriados. Antes tardaba hasta un mes en recuperarme y ahora sólo son tres a cuatro días.
Puedo correr (mover) cosas pesadas y en el escalador (máquina de ejercicio) hago ejercicio por una hora (antes 15 minutos) y también hago abdominales todos los días. No se me endurece la panza cuando camino y ahhhh… puedo bailar cuando salgo con los amigos y bailo más de tres temas seguidos. También estoy más gorda.
Ciao y gracias por todo”…
Para confirmar los cambios referidos por la paciente y su familia, y los hallazgos clínicos anteriores, mostramos los datos de espirometría obtenidos tres meses antes y tres meses después del tratamiento los cuales han sido enviados por el neumólogo que atiende la paciente en su país de origen y quien ha confirmado por escrito los cambios observados. Los datos son los siguientes y se incluyen en un cuadro de resumen:
En conclusión podemos decir que esta paciente, al igual que otras personas con enfermedades pulmonares crónicas tratadas con células madre, muestra una mejoría clínica confirmada por cambios leves en la espirometría, en una enfermedad que hasta ahora no responde a ningún otro tipo de tratamiento. La paciente deberá de mantenerse en observación y seguimiento continuo para determinar a mediano y largo plazo su evolución.